Rigomagno es un lugar ideal para las vacacione s de quienes aman el verdadero descanso del paisaje toscano.
Un ambiente alejado de los comunes recorridos turìsticos, donde el pasar del tiempo aùn hoy se marca con los ciclos de la naturaleza y el toque de las campanas del pueblo, lugar ideal para los que aman descansarse tumbados en una pradera a la sombra de un olivo leyendose un buen libro, paseando por las carreteras de campo llenas de flores perfumadas, pescar en el Lago del Calcione, o relajarse en las antiguas termas o para quienes aman recorrer antiguas carreteras en bicicleta y perderse por estupendos parajes………………. Escuchar el soplo del viento atravès de la hierba o la melodia de las musicas sagradas en la Abbazia di Monte Oliveto Maggiore o cantar en la Abbazia di Sant'Antimo donde tambièn hacen cursos de cantto sagrado- litùrgico durante los cuales podràn estudiarse todos los aspectos del sonido y de la voz humana.
En Rigomagno no se para la muchedumbre no hay que hacer colas y solo hay un colmado.
Pero Rigomagno tambièn es un lugar adecuado para quienes aman descansarse pero sin alejarse demasiado de los ritmos frenèticos de la ciudad, pues està a solo pocos minutos en coche de importantes centros comerciales y a 30 minutos en coche de Siena.

Para ver:
- Hay que notar que las callejuelas de este pueblo se enlazan segùn la simetrìa tìpica de los mayores centros poblados de la Edad Media, para acabar confluyendo en la plaza en la que se desarrollaban las màs importantes actividades pùblicas y de colectividad. - la Plaza de Rigomagno.
- la Ermita de San Marcellino ( que antes era la Iglesia de San Martino) que es una pequeña Iglesia en estilo romànico con una nave principal del siglo XI y que destaca por sus varios altares:
el altar Mayor,
el altar del Rosario,
el altar de San'Antonio,
el altar de San Michele,
el altar de la Virgen del Carmine,
el altar de la S.Cruz,
el altar de la Concepciòn de Maria.

- En frente de la Iglesia hallamos un bello aljibe .